Crítica «Air Doll»

En este momento, vengo a comentaros un poco sobre la película que tuve ocasión de ver  hace unos días, el largometraje japonés Air Doll, que la dirige Hirokazu Koreeda, el conocido director asiático de películas como por ejemplo, Nadie Sabe o Still Walking, entre otras.

La sinopsis es la siguiente: Una muñeca hinchable de tamaño natural vive en un modesto piso de Tokio. Es la única compañía de su solitario amo. Él le habla, la baña y le hace el amor cada día cuando vuelve del trabajo. Sin embargo, esta rutina se rompe cuando, de repente, la muñeca hinchable cobra vida y con ella un alma. Acaba de nacer y no entiende lo que ocurre a su alrededor.

La interpretación de la actriz protagonista Donna Bae (de la que ya hable de esta fantástica actriz en mi crítica en este mismo blog de Un monstruo en mi puerta) es una delicia para los sentidos. Desprende una ternura que traspasa la pantalla con un solo gesto que realice.  A través de ella, podemos observar cómo se comporta torpe como un bebe que comienza andar en los primeros minutos del filme y la evolución que tiene su personaje a lo largo de la película, llegándose incluso a enamorar. Todo esto plasmado con gran delicadeza, gracias al fantástico guión de la película, basado en el manga japonés The Pneumatic Figure of a Girls  y sobre todo,  a una actriz principal en estado de gracia.

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Air doll, habla sobre temas que preocupan no sólo y en especial a la cultura japonesa. Aunque, a simple vista, el argumento de la película parece ser un poco “Freak”, si realmente entiendes la película y no te quedas en la mera anécdota de que el personaje es una muñeca hinchable con un corazón (que no se cansa de repetir, quizás demasiado su personaje), podrás apreciar lo que quiere contarnos el aclamado director japonés. El largometraje habla sobre temas como la eterna juventud y el  miedo a perderla; la inmortalidad y la muerte; la soledad; el amor de pareja y/o la satisfacción sexual y los primeros pasos en la vida de una persona. Estos temas se reflejan no sólo por los actores principales, sino además por una serie de personajes secundarios que interactúan con la protagonista principal de una manera o de otra, quizás el director debería de haber profundizado algo más en los personajes secundarios del filme, pero podría alargarse en demasía la película.

El largometraje tiene un ritmo tranquilo, muy característico en muchos filmes asiáticos. Con un gran arranque inicial, pero en algunos momentos, por su ritmo lento en el desarrollo de la película puede llegar a aburrir. El filme, que al principio se nos presenta más como una comedia, a lo largo de ella y sobre todo en su recta final, se convierte más en un drama, a veces, demasiado poético y redundante. A pesar de lo comentado anteriormente, creo que es una película curiosa e interesante de ver y apta para personas que no solo disfrutan del cine comercial, sino que ven un poco más allá.

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